Título: Inequidad
Seudónimo: María Lefebre
Una maleta gigante y un cuaderno vacío bajo el brazo me acompañan de la terminal a la Universidad para tomar los “ramos” del semestre. Era 1979 y mi chasquilla de adolescente tímida, provinciana y asustada jugaban con el aroma a papayas de la ciudad de La Serena. Han pasado 30 años desde que mi ingreso a estudiar pedagogía básica rompía con el mito de que los pobres no podían estudiar. Abro un viejo libro y observo emocionada mi Título de profesora, de Magister en Educación, de doctorando en Gestión y políticas educativas. Me pongo el impermeable rojo, las botas negras de taco alto y grueso compradas en la tienda de ropa de primera selección, un gorro de lana chilota con bordados color lila y salgo decidida a sumarme a las protestas. Recorro los liceos en toma y desde afuera aplaudo con fuerza alzando la voz ¡vamos muchachos! ¡vamos chicas que se puede! Desde adentro una estudiante de pelo negro y largo me sonríe y levanta una gastada bandera chilena, otros la siguen y frente a tanta indiferencia callejera se pliegan a esta cincuentona que en medio de la lluvia y envuelta en agua y viento grita, llora y casi ordena con voz de directora de escuela que sigan adelante, que no se detengan, que las luchas nunca han sido fáciles... que se abriguen, que tomen algo caliente...que no entierren los sueños. La lluvia se confunde con mis lágrimas. La chica de la bandera llora conmigo. Sigue lloviendo....
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