Título: Culebra
Seudónimo: Hupaiko
Culebra
El terror atávico revienta en la pupila de los poderosos,
una fobia que no comprenden les seca la saliva
y no es el miedo que los encierra en burbujas
viviendo en casas que arrancan de la ciudad
miedo a los pobres, extranjeros, diferentes, a sus empleados, a sus sometidos.
Ahora temen con justificación
Sienten el terror profundo por la tentación de la conciencia, la desobediencia primordial del primer acto
de libertad.
Temen perder el paraíso de Friedman en seis días de bala construido y un largo sabath de concertación.
El milagro chileno tiembla ante una serpiente que ofrece un fruto prohibido por el mercado.
Inversionistas y tecnócratas se sienten desnudos y confundidos.
Esperaban vulgo caótico, atomizado marchando tras la figura de gentiles manipulables,
pero nos vieron como somos
las escamas de la serpiente.
El temblor de nuestros pasos es el pulso de la tierra, que aterroriza a quienes saben que sus títulos de
propiedad no tienen valor telúrico.
Se escucha el siseo de un susurro que grita por el futuro del presente,
No por el pasado añejo de utopías vencidas.
El terror se les mete en la sangre, en lo más profundo de sus transacciones bursátiles
Un jueves negro que se pinta con los colores de un carnaval callejero.
El tecnócrata insignificante se ve reflejado ojo de Tren Tren.
Ahora sabe que nuestros sueños son la pesadilla de sus ambiciones
Y que la culebra avanza.
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